2011 en cifras: "más con menos"

Publié le par Curro Zuloaga


Bruxelles, Belgique, 29 de enero de 2012

 

¡Feliz año nuevo a todos! Aunque ya andemos sumergidos de lleno en el nuevo año, no viene de más echar la vista atrás y reflexionar sobre el año que se va. Como de costumbre, yo lo analizaré desde un punto de vista personal y científico, utilizando números para describir realidades: la más importante, aunque ésta no haya logrado cuantificarla, ha sido un aumento considerable de mi felicidad interior bruta (el famoso FIB, ya sabéis)

 

Sin más rodeos. En 2011, he pasado:

 

Doscientos (200) días en Bélgica. Cómo sabéis me mudé a Bruselas/Bruxelles a mediados de febrero de 2011. Doscientos días en casa son muchos más de los que pasé el año pasado en Holanda, cuando aún vivía allí. En Bruselas me siento realmente en casa, por muchos motivos: primero por la acogida inicial cariñosísima y desinteresada de Paco y Julia, mi famiia adoptiva "Bruseleña"; después por el idioma: la vida cotidiana resulta mucho más fácil cuando entiendes lo que lees y oyes a tu alrededor; además, el ambiente general de la ciudad es mucho más vivo y la gente más agradable: los extranjeros porque son en general gente muy abierta; y los belgas porque son simpáticos y modestos, al contrario que los holandeses.

 

Treinta y cinco (35) días en España, por debajo de los 50 del año pasado. Esto se ha debido sobre todo a la reducción de mi carga de trabajo asociada a España. En vacaciones o puentes, he explorado bastante Cataluña: de Barcelona a Girona pasando por la costa (Roses, Empúries) y la montaña (Puigcerdà, Bellver de Cerdanya, etc.) y algunos pueblecillos del interior cuyos nombres me escapan ahora mismo. Me está encantando.

 2011 Travel Chart

Veintinueve (29) días en Francia, casi todos en París. Esto son menos que los 50 del año pasado, por dos motivos: para empezar, este verano no he trabajado desde Paris como hice el año pasado, lo que explica gran parte de la diferencia; además, como Bruxelles es más atractivo y de fácil acceso desde París, Linda ha venido a verme en 2011 bastante más de lo que vino a Den Haag en 2010.

 

Veintiséis (26) días en los Países Bajos (Holanda). Y eso a pesar de haber residido oficialmente en La Haya/Den Haag hasta la mitad de febrero. Sólo he vuelto a Holanda un día desde que me mudé a Bélgica, lo cual dice mucho de mi relación con la ciudad y el país.

 

Cinco días en Dinamarca, en concreto en Copenague/København. Fui por motivos laborales pero aproveché para llegar el fin de semana anterior. Me encanta la ciudad y su gente, los latinos del norte: han tomado lo bueno de escandinavos y mediterráneos; tienen una gran calidad de vida y son de carácter simpático y agradable. Tengo que decir no obstante que nunca he estado allí en invierno, quizás me llevase una impresión distinta.

 

Cuatro días en Estonia, cuatro en Letonia, tres en Lituania, tres en Rusia (San Petersburgo) y dos en Polonia (Cracovia/Kraków). Estas fueron las vacaciones largas del verano pasado: Linda y yo nos pusimos la maleta al hombro y nos recorrimos media Europa en tren y barco para llegar hasta San Petersburgo y empezar desde allí nuestro periplo báltico. Mucho deporte (bici, senderismo, piragüismo, windsurf, etc.), pero también tiempo para leer e informarse de la historia de estos países. Emparedados esntre Alemania y Rusia, se han llevado sin comerlo ni beberlo la peor parte de la historia de Europa; a veces hasta los finlandeses y los suecos venían a aprovecharse de ellos...

 

Tres días en Alemania. Visitando a amigos en Munich/München y en Colonia/Köln. Con Alemania me pasa un poco lo mismo que con København cada vez que voy: aprecio su calidad de vida, y también su carácter. Los alemanes que conozco son todo lo contrario al estereotipo: agradables, generosos, divertidos y de mente muy abierta. 

 

 

Hagamos números 200 + 35 + 29 + 26 + 5 + 4 + 4 + 3 + 3 + 2 + 3 = 314. El resto de los días hasta 365 los he pasado 'on the rails', o 'railing & sailing' para ser más exactos. Son días en los que he estado en el tren o en el barco, en tránsito entre distintos países. Esto son menos días que los 68 del año pasado; pero es que además han sido en general viajes más cortos: por ejemplo, los días que he viajado entre Bruxelles y Paris, cuyo trayecto se hace en tan sólo 1:20, están incluidos en ellos.

 

Las cifras anteriores ilustran el dónde y el por qué de mis viajes en 2011. Pero aún hay más:

 

Cuánto: he viajado menos y lo he disfrutado más. Una grandísima parte de los viajes que antes hacía por trabajo ya no son necesarios. Cuando dejo Bruxelles, es en general por placer, para llevar a cabo algún plan interesante con Linda o con amigos que viven en otras partes de Europa. El resto del tiempo lo paso en mi ciudad, conociéndola y disfrutándola.

 

Cómo: he conseguido seguir fiel a la idea de viajar lo más ecológicamente posible: en tren o en barco en lugar de en avión. Este año no he tenido necesidad de hacer ningún vuelo, ni siquiera por trabajo; y en coche sólo cuando las circunstancias no permitían otra posibilidad (en el coche de amigos o familia, se entiende). En Bruxelles, al igual que hacía en Den Haag, me muevo en bici o a veces en transporte público. Es curioso cómo cuando uno se acostumbra a hacer las cosas de cierta manera, le parece totalmente natural y no un sacrificio, como se podría pensar. Al contrario, siento una suerte de satisfacción o agradecimiento propio por haber hecho las cosas de la manera que creo mejor para el mundo. 

 

Todo esto a mí personalmente me hace más feliz. Y eso —ya casi se me olvidaba a pesar de que de ahí viene el título del artículo— a pesar de que al cambiar de país mi sueldo se vio reducido considerablemente debido a la diferencia de sistemas impositivos (30% menos, ya que hablamos de cifras). ¿Soy menos feliz que hace un año? No, soy mucho más feliz, lo que para mí no es sino una muestra más de que el dinero no da la felicidad (obviamente es necesaria una cantidad mínima para vivir decentemente). He estado leyendo mucho sobre este tema últimamente y es triste ver cómo sistemas económicos y políticos, así como nuestros propios valores están encaminados a maximizar un indicador erróneo.

 

Pero esa es otra historia y será contada en otro momento.

 

Besos y abrazos,

 

-curro-

 

 

 

Pour être informé des derniers articles, inscrivez vous :
Commenter cet article
:
<br /> Ya se te echaba de menos... aunque te escondas detrás de los números ;)<br />
Répondre
F
<br /> Earthman returns!<br />
Répondre