Primavera...

Publié le par Curro Zuloaga

Bruxelles, 12 de mayo de 2008

¿Me disculpo por no haber escrito en tanto tiempo? No, creo que no. Mejor que disculparse es comenzar a escribir cuanto antes.

Casi tan importante como vivir cosas nuevas, es ser capaz de recordarlas. Y más importante aún, poder compartirlas. Los dos meses pasados (esos en los que no se me ha leído una palabra) los he dedicado a vivir muchas cosas, a ratos solo y a ratos acompañado; escribir las líneas que estáis a punto de leer, por otra parte, sirve para completar esa otra parte de las vivencias: compartirlas y recordarlas.

En uno de los artículos que suscitó mejores reacciones en esta página, A(n) (im)perfect circle, decía que esperaba que los círculos de las vidas de las personas a las que aprecio siguieran ininterrumpidamente entrelazándose con el círculo de mi propia vida. Así ha sido de hecho en los dos últimos meses: muchas de las personas que más quiero han venido a Bruxelles; hemos paseado, charlado, reido y visitado juntos la ciudad y las zonas cercanas a ella. Recibir todas estas visitas me ha hecho sentir querido, y he tratado de disfrutar y hacer disfrutar las estancias de mis huéspedes. Estas experiencias forman también parte de ese "compartir" las cosas del que hablaba más arriba: ¿para qué quiero una casa si no la puedo compartir con los míos? ¿para qué quiero un trabajo si no tengo con quién gastar el dinero que gano en salir, comer, beber, viajar, reir? Bueno, un poco profundo todo esto, pero no deja de ser cierto.

Y hablando de trabajo, esa ha sido otra parte importante en los dos últimos meses. Los que me conocéis sabéis que estoy trabajando "en lo que me gusta, pero no exactamente donde me gustaría". Eso no impide que disfrute de mi trabajo, y sobre todo que aprenda como nunca antes en la Universidad o en ninguna otra parte he aprendido. Por circunstancias inesperadas, me he encontrado en los ultimos dos meses haciendo mucho más trabajo - y mucho más interesante - de aquello para lo que se me había contratado. El lado positivo de todo ello ha sido todo de lo que me he podido empapar al escuchar y participar en discusiones de tono bastante político a las que jamás me hubiera imaginado asistir el día que puse pie en Bruxelles. Además, cuando el trabajo te interesa haces las cosas mejor y en menos tiempo, y cuando la tormenta pasa te sientes satisfecho al mirar atrás y ver tu legado. El lado negativo es que volver a lo que antes de esa tempestad tenías entre manos te resulta súbitamente aburrido y no encuentras la motivación para hacer las cosas. Como mi padre sabiamente me dice, tendré que buscar el gusto por el trabajo bien hecho, independientemente de la naturaleza de éste. Por cierto, aquí debajo está el link a mi primer informe, como os prometí en el último artículo:

Environmental Statistics of the European Electricity Industry

(se publicó junto con una nota de prensa, y varios periódicos o revistas del mundillo energético/medioambiental Europeo lo han citado en sus páginas y algunos hasta le han dedicado media página. Pues eso, aquí, disfrutando del trabajo bien hecho, padre).

Esta sensación de falta de interés de la que hablaba no hace más que espolear mis latentes ganas de darme un gran viaje. Ya sabéis, nada de un fin de semana o un puente, sino más bien un periplo de esos de unas cuantas semanas que a mí tanto me gustan. Y no será por falta de ideas sobre a dónde ir. La razón por la que no lo hago empieza a asustarme: seguridad. Si me voy con los pequeños ahorros que tengo -me digo, ¿con qué dinero voy a vivir cuando vuelva? ¿con quién voy a vivir? ¿quién me va a contratar en ninguna parte? Patrañas. Seguro que si me fuera, al volver podría encontrar un trabajo cualquiera con el que subsistir, y al cabo de unas semanas o meses seguro que ya tendría un trabajo "en lo mío", aparte de unos nuevos compañeros de piso con los que pasar buenos ratos. Pero nos negamos a creerlo. Nos asustamos (y hablo en plural provocativamente porque estoy seguro de que muchos de vosotros os estáis viendo reflejados en estas palabras... no hablo sólo de viajar, sino de decisiones importantes no tomadas por miedo) y no hacemos lo que de verdad nos pide el cuerpo. Yo personalmente tengo que seguir dándole vueltas a cómo lidiar con todo esto... ¿mato el gusanillo o simplemente le tapo la boca y lo ignoro?

Para hacer la cosa aún más complicada, resulta que la vida que me he fabricado en Bruxelles no me disgusta lo más mínimo. Para sublimarla, la primavera ha llegado y la ciudad parece otra. Al igual que el año pasado en Toronto, la ciudad rebosa en actividades, terrazas, cenas con amigos, salidas nocturnas, buen humor, ropas ligeras, miradas indiscretas, etc. Es genial ver cómo la ciudad intenta ponerse al día, recuperar el tiempo "perdido" durante el invierno. Aquí lo ven menos que en mi España natal, pero aprecian el sol sin duda más incluso que allí. Y no sólo las personas, sino también el resto de los animales, las plantas y los árboles, que ávidamente participan de la orgía de la primavera.

Y con el sol y una bonita terraza en la que disfrutarlo, una de las cosas que he retomado últimamente es la lectura... leer por el placer de leer, digamos. Y no es que normalmente no lea, pero llevaba ya un tiempo con la sensación de que me estaba "embruteciendo", de que sólo leía de lo mío. Últimamente me he sumergido en las vidas de una prostituta y un naúfrago a través de sendos libros, y la verdad es que ambas historias me han dado mucho que pensar. De ahí probablemente el tinte ligeramente filosófico de este artículo. En cualquier caso espero, como siempre, que lo hayan disfrutado.

Por último, me pregunto: ¿me disculpo ante los que se hayan sentido inquietos o molestos despues de mi comentario acerca del miedo a tomar grandes decisiones? No, creo que no. Si te has sentido tocado es que estás vivo y sabes que hay muchas cosas más allá de tu rutina diaria. Sólo quería recordártelo.

Con cariño,

 
                                                                                         -curro-


P.S.: cuando fue la última vez que hiciste algo por primera vez?


Foto: mi jefe me mandó a Praga por trabajo. Busqué un huequecillo para escaparme y encontré esto, que le viene muy bien a este artículo :-)

Publié dans Belgique

Pour être informé des derniers articles, inscrivez vous :
Commenter cet article
P
www.fotolog.com/purplecrewPERDIENDO EL MIEDO AL CAMBIO
Répondre
L
A mi me sale una sonrisa enorme al leer este artículo. Sonrio al pensar en lo que sí me he atrevido a hacer, sonrío porque hoy hice algo por primera vezy sonrio porque sé que al verme sonreir vosotrxs os contagiareis de mi sonrisa ;o)Un placer leerte, te quiero mi amorrrr..Lu
Répondre
C
<br /> <br /> Amorrrrr!!!!<br /> <br /> Yo sonrio de verte sonreir, que bonita que eres!!<br /> <br /> Mas aun, sonrio porque yo tambien me he atrevido... ya te cuento en persona, te veo en na y menos!!!!<br /> <br /> TQ,<br /> <br />                                                      <br /> -curro-<br /> <br /> <br /> <br />
V
Hola Curro, Me alegra mucho comprobar que sigues vivo por ahí. Hoy he tenido un día un poco melancólico (lluvia en la capital del Ebro) y me ha dado por recordar Bruxelles. Así que me he puesto a hacer ronda de saludos. La verdad es que me siento bastante identificada con alguna de tus reflexiones, da gusto leerte. Por Zaragoza todo va muy bien, la verdad es que las semanas pasan con una velocidad pasmosa y el fin de semana anterior fue el siglo pasado!!!! Muchos besos,Keep in contact
Répondre
C
<br /> Hola Vir!!<br /> <br /> Si, sigo vivo! Mejor aún, parece que tu también!! :-)<br /> <br /> Gracias por el elogio. Da gusto saber que se me lee... y que se disfruta la lectura.<br /> <br /> Cuéntame más cosillas por correo, no?<br /> <br /> Besote,<br /> <br />                                            <br /> -curro-<br /> <br /> <br />