Conociendo mi ciudad
Toronto, Canadá, 26 de agosto de 2006
Creo que ya tengo casa, pero esa es otra historia y será contada en otro momento (en cuanto sea oficial, vaya)
Y nada, para celebrarlo, me he tomado el día libre, así he podido empezar a conocer la ciudad. Por la mañana, cogí mi bicicleta de alquiler (30$ al año, qué os parece!!!) y me bajé al paseo marítimo, el cual no está mal, pero tampoco es nada del otro mundo.
Tras esta incursión entre los rascacielos, seguí errando por la ciudad, hasta encontrar St. Lawrence Market. Pues entraré a ver qué tal -me dije-. Pero antes de entrar, descubrí una agolomeración de gente que, como buen cotilla, fui a investigar. El Buskerfest, festival de malabaristas, contorsionistas, tirititeros, etc. Vi un par de espectáculos, uno de contorsionismo y otro de break-dance. Ambos interesantes, pero sobre todo divertidos, saben cómo conseguir ganarse al público. Todo muy ordenado, limpio y correcto. Los artistas hasta piden un aplauso para la policía por su labor (y no para reírse de ellos, en serio).
Retorno a mi zona, más allá de los rascacielos y el barullo del centro. Me tomé un café y llamo a Steffen, un alemán muy simpático que he conocido. Pasamos toda la tarde juntos, descubriendo sitios chulos a los que ir (hoy ha sido un día productivo en ese sentido). Llegamos al museo de arte contemporáneo, y resulta que hay una "Collage Party" en la que puedes hacer lo que te de la gana, así que nos hemos pintado nuestras propias camisetas.
Por la noche se nos unió Lina, sueca, muy agradable. Cenamos y volvimos al museo, donde desarrollamos un poco más nuestra creatividad, birra en mano, y nos convertimos en expositores del museo. Después un "Long Island" (vodka, ron, ginebra, tequila y un poco de disolvente) en un café jamaicano y aquí estoy, listo para dormir.
Bonne nuit
Creo que ya tengo casa, pero esa es otra historia y será contada en otro momento (en cuanto sea oficial, vaya)
Y nada, para celebrarlo, me he tomado el día libre, así he podido empezar a conocer la ciudad. Por la mañana, cogí mi bicicleta de alquiler (30$ al año, qué os parece!!!) y me bajé al paseo marítimo, el cual no está mal, pero tampoco es nada del otro mundo.
Tras esta incursión entre los rascacielos, seguí errando por la ciudad, hasta encontrar St. Lawrence Market. Pues entraré a ver qué tal -me dije-. Pero antes de entrar, descubrí una agolomeración de gente que, como buen cotilla, fui a investigar. El Buskerfest, festival de malabaristas, contorsionistas, tirititeros, etc. Vi un par de espectáculos, uno de contorsionismo y otro de break-dance. Ambos interesantes, pero sobre todo divertidos, saben cómo conseguir ganarse al público. Todo muy ordenado, limpio y correcto. Los artistas hasta piden un aplauso para la policía por su labor (y no para reírse de ellos, en serio).
Retorno a mi zona, más allá de los rascacielos y el barullo del centro. Me tomé un café y llamo a Steffen, un alemán muy simpático que he conocido. Pasamos toda la tarde juntos, descubriendo sitios chulos a los que ir (hoy ha sido un día productivo en ese sentido). Llegamos al museo de arte contemporáneo, y resulta que hay una "Collage Party" en la que puedes hacer lo que te de la gana, así que nos hemos pintado nuestras propias camisetas.
Por la noche se nos unió Lina, sueca, muy agradable. Cenamos y volvimos al museo, donde desarrollamos un poco más nuestra creatividad, birra en mano, y nos convertimos en expositores del museo. Después un "Long Island" (vodka, ron, ginebra, tequila y un poco de disolvente) en un café jamaicano y aquí estoy, listo para dormir.
Bonne nuit