La vita è bella
Tren Paris – La Haya, 30 de Noviembre de 2008
Un mes sin dar senyales de vida. Pero sigo muy vivo, os lo aseguro. Tras el ajetreo de octubre, decidi posar un poco mi trasero en La Haya, aunque ya os decia que con el siguiente viaje ya en mente. Ese es del que vuelvo ahora mismo. Un periplo de 9 dias Den Haag – Paris – Barcelona – Paris – Den Haag que me devuelve a casa con una sonrisa que no me cabe en la cara.
Pero empecemos por el principio (por cierto, esto puede hacerse un poco largo, si te aburres salta a los ultimos parrafos que son los mas interesantes). El ultimo finde de octubre y el primero de noviembre tranquilos, en La Haya. Teniendo mucho que trabajar y necesitando algo de reposo, no me importo en absoluto tener tiempo de reordenar mi vida cotidiana. Al siguiente, no obstante, ya empezo el movimiento, con Chuso y Nuria de visita, quienes se quedarian algo mas de una semanita. Como siempre, yo ofreci campamento base y un poquillo de mi tiempo libre para disfrutarlo con ellos. Ellos viajaron por su cuenta cuando yo no tenia mucho tiempo y luego todos juntos hicimos algunas cosillas del jueves en adelante. Para no olvidar, el concierto de Skatalites en Bruxelles e innumerables conversaciones filosoficas de esas que no se tienen normalmente; tan metidos nos hayabamos en algunas de ellas que nos sucedieron cosas como pasarnos la estacion de tren de Den Haag y acabar en el aeropuerto de Amsterdam. Chuso y Nuria estuvieron hasta el tercer domingo de Noviembre, y me trajeron un poco (bastante) de ese aroma a amistad perenne que tanto me gusta respirar cuendo estoy fuera.
Tal como se fueron, y ya pensando en el periplo del que os hablaba al principio, me tocaron largas tardes de trabajo para dejar las cosas listas antes de partir. Aunque la semanita en Barna no haya sido de vacaciones, habia muchas cosas que queria dejar bien atadas. Pequenya nota un poco al margen: una de las cosas que me encanta de mi trabajo es la flexiblidad que me dan, no porque si, sino porque saben que darnos lo que queremos es la mejor herramienta para asegurarse de que trabajamos bien. Una oficina feliz es una oficina eficaz, no cabe duda.
Asi que, despues de trabajar hasta altas horas durante la semana, el viernes puse rumbo a Paris, donde me reencontre con muchos de los amiguitos que conoci en Toronto: Linda, Marina, Clara, Annabelle y Celine. Aparte de conocer a los consortes de un par de ellas, salimos a cenar y a tomar unas birras, y paseamos un poco por Paris; todo esto sin estresarnos mucho que para eso ya tenemos de lunes a viernes. El lunes vole (si, no pude coger tren) a Barcelona, y ahi comenzo la mejor parte del viaje. Volver a Espanya y reencontrarme con el ritmo de vida que nos caracteriza me llena de vida y alegria. La gente que alli he visto tiene gran parte de culpa, todo hay que decirlo. Mencion especial a Lys, que me ha acogido en casa y me ha hecho sentirme pues eso, como en mi hogar, a pesar de tener c que cumplir con sus obligaciones laborales. Aparte de eso, risas (siempre garantizadas) con Fonta (que vive en London pero andaba por alla de paso), con Berta (amiga de tiempo ha a la que la llamada nunca falla al pisar Barcelona) y con Nuria (con la que, aunque solo haga una semanita que no nos hayamos visto, siempre nos queda cuerda para largas conversaciones). Poco dormir, mucho pasear y mucho salir de cenas, tapitas, cervezas, etc. han marcado la semana. Barcelona es una ciudad que me tiene enamorado y a la que he puesto muy alto en mi lista de “lugares a disfrutar viviendo, no viajando”. Ya veremos cuando.
A todo esto, el motivo de la visita a Barcelona era una conferencia de antiguos alumnos Erasmus a la que fui invitado como ponente, que aunque suene muy serio, lo unico que quiere decir es que soy de los pocos que dicen “si” y luego piensan donde se han metido, en lugar de al contrario. El caso es que tuve que presentar mi experiencia academica y profesional en el extranjero delante de casi 300 personas. Los nervios me duraron exactamente 10 segundos (bueno, y todas las horas anteriores a presentar, claro), y me fui muy satisfecho de mi “actuacion”. Tambien es cierto que no era una ponencia cualquiera, hablar de nuestra propia vida es facil… al menos conocemos el tema bastante bien, no? La conferencia duro lunes y martes y el resto del tiempo me quede en Barna trabajando a distancia, desde casa de Lys, desde algun cafe o desde casa de Berta. Si bien no llegas a concentrarte igual que en la oficina, se puede cumplir igual con las obligaciones laborales. Habra que repetir esto.
El sabado vole de vuelta a Paris, donde salimos a cenar (con los mismos de la semana anterior + Alexis) y a tomar una cerveza en sitios tipicos parisinos. Hoy ya de vuelta a casa, que tambien me apetece, la verdad. En 2 horitas estoy alli.
Y nada, que esto ya se esta haciendo un poco largo. Todo para decir que vuelvo con alegria y energia rebosante; que me encantan mis amigos y su caracter; que me reafirmo en mi forma de mirar y de vivir el mundo (“la vida es facil si asi lo quieres”). Eso no quita momentos duros, dificiles y descorazonadores. Pero, en una metafora que le improvisaba a una amiga en Bruselas el anyo pasado, “lo unico que hay que saber es que cuando las cosas no van bien, esto te hace mirar al mundo con unas cuantas dioptrias de mas; si eres consciente de ello y eres capaz de quitarte esas dioptrias ficticias de la cabeza, veras que la realidad no es tan borrosa”. Lo mismo pero al contrario se puede decir de cuando estas exultante, pero las consecuencias son menos dramaticas… o eso me lo parece a mi que ahora mismo llevo unas dioptrias de menos, jeje!! Ya veis que de la teoria a la practica hay un salto.
En definitiva, lo que os queria transmitir es que “la vita e bella” y que, en palabras del cabecilla de una nueva filosofia a la que algunos nos suscribimos, “el que no se rie es porque no quiere” :-)
Gracias a tod@s los que haceis que estas lineas sean como son y digan lo que dicen,
-curro-
Foto (de Fonta): la cerveza local de Barna, alguna que otra ha caido...
Un mes sin dar senyales de vida. Pero sigo muy vivo, os lo aseguro. Tras el ajetreo de octubre, decidi posar un poco mi trasero en La Haya, aunque ya os decia que con el siguiente viaje ya en mente. Ese es del que vuelvo ahora mismo. Un periplo de 9 dias Den Haag – Paris – Barcelona – Paris – Den Haag que me devuelve a casa con una sonrisa que no me cabe en la cara.
Pero empecemos por el principio (por cierto, esto puede hacerse un poco largo, si te aburres salta a los ultimos parrafos que son los mas interesantes). El ultimo finde de octubre y el primero de noviembre tranquilos, en La Haya. Teniendo mucho que trabajar y necesitando algo de reposo, no me importo en absoluto tener tiempo de reordenar mi vida cotidiana. Al siguiente, no obstante, ya empezo el movimiento, con Chuso y Nuria de visita, quienes se quedarian algo mas de una semanita. Como siempre, yo ofreci campamento base y un poquillo de mi tiempo libre para disfrutarlo con ellos. Ellos viajaron por su cuenta cuando yo no tenia mucho tiempo y luego todos juntos hicimos algunas cosillas del jueves en adelante. Para no olvidar, el concierto de Skatalites en Bruxelles e innumerables conversaciones filosoficas de esas que no se tienen normalmente; tan metidos nos hayabamos en algunas de ellas que nos sucedieron cosas como pasarnos la estacion de tren de Den Haag y acabar en el aeropuerto de Amsterdam. Chuso y Nuria estuvieron hasta el tercer domingo de Noviembre, y me trajeron un poco (bastante) de ese aroma a amistad perenne que tanto me gusta respirar cuendo estoy fuera.
Tal como se fueron, y ya pensando en el periplo del que os hablaba al principio, me tocaron largas tardes de trabajo para dejar las cosas listas antes de partir. Aunque la semanita en Barna no haya sido de vacaciones, habia muchas cosas que queria dejar bien atadas. Pequenya nota un poco al margen: una de las cosas que me encanta de mi trabajo es la flexiblidad que me dan, no porque si, sino porque saben que darnos lo que queremos es la mejor herramienta para asegurarse de que trabajamos bien. Una oficina feliz es una oficina eficaz, no cabe duda.
Asi que, despues de trabajar hasta altas horas durante la semana, el viernes puse rumbo a Paris, donde me reencontre con muchos de los amiguitos que conoci en Toronto: Linda, Marina, Clara, Annabelle y Celine. Aparte de conocer a los consortes de un par de ellas, salimos a cenar y a tomar unas birras, y paseamos un poco por Paris; todo esto sin estresarnos mucho que para eso ya tenemos de lunes a viernes. El lunes vole (si, no pude coger tren) a Barcelona, y ahi comenzo la mejor parte del viaje. Volver a Espanya y reencontrarme con el ritmo de vida que nos caracteriza me llena de vida y alegria. La gente que alli he visto tiene gran parte de culpa, todo hay que decirlo. Mencion especial a Lys, que me ha acogido en casa y me ha hecho sentirme pues eso, como en mi hogar, a pesar de tener c que cumplir con sus obligaciones laborales. Aparte de eso, risas (siempre garantizadas) con Fonta (que vive en London pero andaba por alla de paso), con Berta (amiga de tiempo ha a la que la llamada nunca falla al pisar Barcelona) y con Nuria (con la que, aunque solo haga una semanita que no nos hayamos visto, siempre nos queda cuerda para largas conversaciones). Poco dormir, mucho pasear y mucho salir de cenas, tapitas, cervezas, etc. han marcado la semana. Barcelona es una ciudad que me tiene enamorado y a la que he puesto muy alto en mi lista de “lugares a disfrutar viviendo, no viajando”. Ya veremos cuando.
A todo esto, el motivo de la visita a Barcelona era una conferencia de antiguos alumnos Erasmus a la que fui invitado como ponente, que aunque suene muy serio, lo unico que quiere decir es que soy de los pocos que dicen “si” y luego piensan donde se han metido, en lugar de al contrario. El caso es que tuve que presentar mi experiencia academica y profesional en el extranjero delante de casi 300 personas. Los nervios me duraron exactamente 10 segundos (bueno, y todas las horas anteriores a presentar, claro), y me fui muy satisfecho de mi “actuacion”. Tambien es cierto que no era una ponencia cualquiera, hablar de nuestra propia vida es facil… al menos conocemos el tema bastante bien, no? La conferencia duro lunes y martes y el resto del tiempo me quede en Barna trabajando a distancia, desde casa de Lys, desde algun cafe o desde casa de Berta. Si bien no llegas a concentrarte igual que en la oficina, se puede cumplir igual con las obligaciones laborales. Habra que repetir esto.
El sabado vole de vuelta a Paris, donde salimos a cenar (con los mismos de la semana anterior + Alexis) y a tomar una cerveza en sitios tipicos parisinos. Hoy ya de vuelta a casa, que tambien me apetece, la verdad. En 2 horitas estoy alli.
Y nada, que esto ya se esta haciendo un poco largo. Todo para decir que vuelvo con alegria y energia rebosante; que me encantan mis amigos y su caracter; que me reafirmo en mi forma de mirar y de vivir el mundo (“la vida es facil si asi lo quieres”). Eso no quita momentos duros, dificiles y descorazonadores. Pero, en una metafora que le improvisaba a una amiga en Bruselas el anyo pasado, “lo unico que hay que saber es que cuando las cosas no van bien, esto te hace mirar al mundo con unas cuantas dioptrias de mas; si eres consciente de ello y eres capaz de quitarte esas dioptrias ficticias de la cabeza, veras que la realidad no es tan borrosa”. Lo mismo pero al contrario se puede decir de cuando estas exultante, pero las consecuencias son menos dramaticas… o eso me lo parece a mi que ahora mismo llevo unas dioptrias de menos, jeje!! Ya veis que de la teoria a la practica hay un salto.
En definitiva, lo que os queria transmitir es que “la vita e bella” y que, en palabras del cabecilla de una nueva filosofia a la que algunos nos suscribimos, “el que no se rie es porque no quiere” :-)
Gracias a tod@s los que haceis que estas lineas sean como son y digan lo que dicen,
-curro-
Foto (de Fonta): la cerveza local de Barna, alguna que otra ha caido...